quarta-feira, 2 de novembro de 2011

Entre el silencio y el verbo

Entre el silencio y el verbo


Hay días en que  soy  verbo
Otros en que estoy en silencio
Este mundo tan loco
y ese ruido que me ensordece
El hombre que vende dulces en la esquina
e invita a sus clientes
no es lo mismo que pita desesperadamente
para que  un niño no cruce
                           [la calle detrás del juguete.
Hay días en que hablo,
Hay días que veo.
-  Buenos días Doña María, ¿cómo está Usted?
Saludo a mi vecina mecánicamente
Me doy cuenta de que en el ir y venir
                              [de su escoba en la acera,
ella también barre  su mundo, su pequeño mundo.
Hay días en que me voy.
Hay días en que me quedo
Y siguiendo ese camino, sé que no soy el único en hacerlo,
Sé que no soy el mismo.

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