segunda-feira, 16 de julho de 2012

El tren


El tren

Soy un tren desorientado en los ferrocarriles de la vida.
Mi norte es más allá del sueño...
Mi estación es hoy
Mi dirección es el instante
SHIII, SHIII, no tengo parada brusca
Mis frenos es la libertad



 Pereira, Colombia
Denilson Lima Santos (Obá Firiman)

domingo, 8 de julho de 2012

En la calle


En la calle

Camino por esas calles y miro rostros que son del otro, distintos de mí,  blancos, negros, hombres y mujeres. Hiervo como la nieve de Ruiz. Soy un enfermo de mí, mi belleza es calma y eterna y en mis labios veo rayos de sol, claridad de la luna. Ellos pasan y me dejo llevar por olores y por colores. Son pequeños estos cafés, pero huelen a la vida. Unos con sus parejas y otros a la espera. Sigo y veo el muchacho que viene  y se pierde por la luz lejana de las estrellas. La misma luz que eclipsa la mirada de una chica. Son lindas estas personas, estos colores de fin de abril. En la otra calzada aquel perro con carita de felicidad me mira y ladra como si fuera yo su dueño. Atravieso en el verde de la señal y bajo los ojos del hombre del taxi, cansado, agotado después de un día de servicio. Después de llevar y traer sueños, desencuentros y citas secretas. Al frente de la casa doce veo salir a un señor quien sale con ganas de fiestas y tragos. Él me mira y me siento como su cómplice, su otra parte. Me pasa en mi miente fragmentos de mi otra vida. Era él mi hombre y yo su mujer. Sentí como se fuera tocada por la primera vez y desflorada en una cama de hierbas del campo. Sentía sus manos en mi piel como la brisa acaricia las flores de mi jardín. Salí de allí y no más lo miré, tuve miedo de perderlo, como en la otra vida. Volteé y llegué a la casa, en la cerradura metí la llave y  se abrió la puerta de la esperanza.

quinta-feira, 28 de junho de 2012

Por una nación descolonizada


Por una nación descolonizada

En esta tarde del miércoles 27 de junio 2012. En el momento en que estaba estudiando, de esta vez  me dediqué  a entender Borges y su magnífica ficción; cuando, en un momento de descanso, entré en el sitio del bol (Brasil  on line), para ver mi correo electrónico y una noticia me llamó la atención, decía: Joven  cuenta como  encontró una niña desaparecida en São Paulo. El  joven Alex Ramo de Carvalho había encontrado a una niña que fue secuestrada de su madre en un culto evangélico.

Además de un acto de heroísmo, una cosa me llamó la atención y me conmovió profundamente. El muchacho de 17 años es analfabeta, nos dice con sus palabras "(...)  trabajo en una tienda que vende dulces (bananas, gomas…) éste es mi segundo trabajo. El primero fue como un vendedor ambulante en la calle  25 de marzo (calle comercial en São Paulo). Pero me cansé de correr de los fiscales de la alcaldía cuando recogen la mercancía de los ambulantes sin permiso para venderla"

La historia de ese joven me hizo pensar en un texto que nos arranca desde el suelo y nos golpea en el estómago, el libro de Aimé Césaire, Discurso sobre el colonialismo. A partir de este  libro, hago una reflexión sobre Brasil, éste mi país que  permite que los jóvenes sean analfabetas. Ciertamente, la historia de vida de este muchacho está  llena de  negación de oportunidades. Como ya ha dicho el pensador Césaire: “Una civilización que escoge cerrar los ojos ante sus problemas más cruciales es una civilización herida” (p.13).

Sin duda, Brasil es un país herido, moribundo, incapaz de resolver sus problemas que dificultan su funcionamiento. Digo esto desde el punto de vista social, lo que es más esencial: la vida. De esta manera, los jóvenes que no leen, están condenados a la opresión. Una nación que niega la educación, la salud y el trabajo a sus hijos es una nación en decadencia.

Como resonancia  de una visión colonizadora y explotadora del gobierno y de la élite de Brasil vemos propaganda del  Mundial, Juegos Olímpicos en Río de Janeiro y otros tipos de corrupción en el sector público. El ciudadano que lucha por sobrevivir, piensa como el joven héroe Alex: "A veces pienso en la vida y llega a mi mente todo: mi trabajo, mi madre que se murió, el tema de la alfabetización, maldita sea, tanto problema para una sola persona, estoy jodido"

De hecho, necesitamos un Brasil que rompa las cadenas de la ignorancia.  Un país que no permita que nuestro pueblo sea eclipsado por la senda del analfabetismo. Una persona que no lee está destinada a ser vulnerable y sometida a  la dominación. Más que nunca tenemos que pensar y actuar en contra de eso: la colonización y  explotación de nuestro pueblo por aquellos que están en el poder político y en el poder financiero.


Denilson Lima Santos, Pereira-Risaralda, Colombia

Referencias:

CESERE, Aimé. Discurso sobre el colonialismo. In: http://www.mediafire.com/?jdjj2ymyimm. Acesso em 26 de jul de 2011.

Por uma nação descolonizada


Por uma nação descolonizada

Na tarde dessa quarta-feira dia 27 de junho de 2012. Naquele momento em que estava estudando, dessa vez me dedicava a entender Borges e sua magnífica ficção, quando, num momento de descanso, entrei no sítio da bol, para ver meu e-mail e uma notícia me chamou a atenção: Jovem conta como encontrou menina desaparecida em SP. O jovem Alex Ramos de Carvalho havia encontrado uma garotinha que fora seqüestrada de sua mãe em um culto evangélico.

Para além de ato de heroísmo, uma coisa me chamou a atenção e me comoveu profundamente. O jovem de 17 anos é analfabeto e nos relata com suas palavras “ (...)  trabalho como repositor de estoque numa bomboniere. É meu segundo emprego. O primeiro foi de camelô, na 25 de março. Mas cansei de correr do "rapa" (batidas policiais)”.

Isso me fez pensar em um texto que nos tira do chão e nos dá um soco no estômago, o livro de Aimé Cesaire, Discurso sobre el colonialismo. A partir dessa obra, penso num Brasil que ainda permite jovens serem analfabetos. Certamente a história de vida desse moço é recheada de negação de oportunidades. Como já diz o velho Cesaire: “Uma  civilização que escolhe fechar os olhos ante seus problemas mais cruciais é uma civilização ferida” (p.13).

Sem dúvida, o Brasil é uma nação ferida, moribunda, incapaz de resolver seus problemas que dificultam seu funcionamento. Digo isso do ponto de vista social, daquilo que é essencial: a vida. Jovens que não leem, estão fadados a opressão. Uma nação que nega educação, saúde e trabalho a seus filhos é uma nação decadente.

Como ressonância dessa visão colonizadora e expropriadora que o governo e a elite do Brasil têm, vemos propaganda de copa do mundo, olimpíada do Rio de Janeiro e outras corrupções nos setores públicos. O cidadão que luta para sobreviver, pensa como o jovem herói Alex: “Às vezes, fico pensando na vida, vem tudo, o serviço, minha mãe, esse negócio da alfabetização, caramba, tudo numa pessoa só, foda”

De fato, precisamos como nação brasileira romper as cadeias da ignorância. Não permitir que nosso povo fique na senda ofuscada do analfabetismo. Isso é estar vulnerável e fadado à dominação. Mais do que nunca precisamos refletir e agir contra isso: a colonização e expropriação de nossa gente por aqueles que estão no poder ou detêm o poder financeiro.

Denilson Lima Santos, Pereira-Risaralda, Colombia


Referencias:

CESERE, Aimé. Discurso sobre el colonialismo. In: http://www.mediafire.com/?jdjj2ymyimm. Acesso em 26 de jul de 2011.

Reportagem: Jovem conta como encontrou menina desaparecida em SP. http://noticias.bol.uol.com.br/brasil/2012/06/27/jovem-conta-como-encontrou-menina-desaparecida-em-sp-leia-depoimento.jhtm

quarta-feira, 2 de maio de 2012

O cosmopolitismo do negro pobre e excluído



Essa semana, precisamente no dia 26 de abril de 2012, no auditório da Universidad los Andes em Bogotá, eu assisti a uma palestra – daquelas que saímos extasiados, transcendentemente plenos de gozo – do professor e crítico literário Silviano Santiago. E esse evento me fez pensar o nosso lugar, nossa luta como cosmopolitas negros e pobres.

O professor, com maestria, expôs sobre questões do narrador moderno e pós-moderno na literatura. Foi de extrema precisão, com uma linguagem fluída e coesa que escutamos, sobretudo, participando dos aportes teóricos à cultura latino-americana.

Diante de tudo que vi e ouvi, algo me chamou a atenção. Ao fazer referência ao seu livro O cosmopolitismo do pobre o professor Silviano Santiago – para explicar o conceito de cosmopolitismo e sua não opção por globalização por ser um conceito econômico e desgastado – exemplificou seu pensamento, citando Jean Charles de Menezes que, sendo oriundo de família não abastada, morre num metrô de Londres como vítima de policiais despreparados. Assim, isto seria um exemplo de um pobre cosmopolita, ou seja, o cosmopolitismo está ligado à ação de ser pobre e ir além de suas fronteiras geográficas. Por outra parte, o professor se tomou como exemplo e disse que também participava desse cosmopolitismo, isto é, ele seria um pobre cosmopolita, por ter vindo de família carente e alcançar um posto na intelectualidade brasileira.

A partir disso me ponho a pensar, pois nessa semana o Supremo Tribunal Federal Brasileiro (STF) julgou a constitucionalidade das cotas. Isso que para nós, negros, negras vindos da periferia não se constitui nada mais que uma reparação, implementação de uma justiça social.  Ademais, penso também no cosmopolitismo do negro brasileiro. Penso em conceição Evaristo, Landê Onawale, Cuti entre outros. E para ser mais preciso, cito Abdias do Nascimento que chegou a ser professor em uma Universidade nos Estados Unidos, como também o foi Milton Santos, o geógrafo. Estes que saíram do seio de famílias excluídas e alijados do poder econômico, sem ter, muitas vezes, o mínimo para sobreviver, foram e são exemplos de cosmopolitismo para um povo que ainda sofre a discriminação em sua forma mais velada.

Além do que temos dito até aqui, ocupar os espaços do saber, do poder, da cultura e da política é direito também do povo negro. Vivemos numa sociedade que se diz agregadora, mas se transmuta, isto é, se camufla, melhor dito, e produz uma exclusão velada, cínica. Por isso, cabe a nós (negões e negonas) desde nossos espaços de lutas, mostrar, ocupar e socializar de forma popular e democrática  o acesso e permanência à educação, à saúde, à cultura , ao poder, ou seja, todas as instância da vida.

Nesses espaços de cosmopolitismo, também tenho minha voz, minha vez, mas ser negro, da periferia de Camaçari, estar em uma universidade do estrangeiro estudando não representa nada, não vale à pena se isso não for regra para todos e todas negras e negros. Ser cosmopolita negro e pobre é ter compromisso com a intelectualidade orgânica, – lembrando nosso Paulo Freire –, é pensar, é agir, é ter pacto, sobretudo com a transformação do social do povo negro.

Em suma, estamos legitimando nossos espaços na sociedade. As cotas, não é o fim é um meio. Elas serão necessárias até que todos os jovens negros possam ser também, aqui acrescento, cosmopolitas e transformar a comunidade em que estão inseridos, isto é, seu lugar.

(Escrito em Pereira, Colômbia, maio de 2012)

sábado, 7 de abril de 2012

quinta-feira, 23 de fevereiro de 2012

Poema à mulher negra ou a resistência de Dayse Sacramento





Não é porque eu gosto de Literatura e faça dela uma cachaça diária. Não é porque eu me dedico à leitura que escrevo isso. Escrevo porque quero viver, compartilhar e dividir com minhas irmãs e irmãos que são vítimas da opressão. Esse fato de estar do lado do oprimido eu aprendi desde cedo. Exemplos não me faltam, haja vista Dona Maria, minha mãe, que ficou viúva, vendeu mingau para operários do Polo Petroquímico de Camaçari, mas não deu nenhum de seus filhos. Esse é o exemplo maior de ser mulher, negra, pobre e batalhadora.

No entanto, escrevo essas linhas, tímidas, sem soberba, porque um relato me chamou atenção. Essa inquietude foi o fato ocorrido com a colega, Dayse Sacramento que relata em uma carta, divulgada pelas redes sociais, seu drama de ser acuada, desrespeitada e agredida moralmente por integrantes, homens, negros do bloco afro Ilê Aiyê, alegando que ela usava “tipo de roupa indecente”.

Quando li sua carta me pus a pensar no poema de Solano que segue:


Poema à mulher Negra

Ela é negra – que graça esplêndida
no seu colorido.
Seus olhos – magnéticos no seu puro sentido!
Sua voz – é um lundu tocado à madrugada!
Seu corpo – ó grande escultura
Seios estéticos em formas provocantes!
Sua alma – ó céus! – como expressar-me?

é grande com o Nilo
é quente como o sol
é boa como o amor!…

Quando ela passa – ó artes –
Eu me inspiro
Pois seu hálito é bom e prazenteiro…
Seu andar – caramba! – é um bailado.
Seus pés e suas mãos
Combinam com a cabeça
Como as estrofes que formam este poema…
(Solano Trindade,O poeta do povo, São Paulo: Ediouro, p.51, 2008)

Pensei nesse poema pela densidade, fluidez de imagens e beleza agregadas à mulher negra. Realmente, os companheiros homens, negros e pertencentes à diretoria do bloco Ilê Aiyê talvez não conheçam essa ode às pretas do nosso país.
A agressão sofrida por Dayse devido à reforma de sua roupa foi, na mentalidade atrasada e sexista daqueles homens era “uma ofensa à dignidade do ser homem, macho, de educação falocêntrica”. Como se o corpo da mulher, em especial a mulher negra, precisasse de permissão do elemento masculino para ser delineado e bailado, sintonizadas mãos, pernas e braços (De propósito, concordo nominalmente com o feminino, quebrando a regra machista da gramática). Como se o corpo feminino precisasse de ordem para se compor com as roupas que queira.
Essa idéia, senhores homens agressores de mulheres, já está ultrapassada. O corpo da mulher é livre. O que é permitido é poetizá-lo. O corpo é para deixar o outro sem palavras como afirma o poeta Solano: “ó céus! – como expressar-me?”

 O que aconteceu com Dayse Sacramento, acontece com Marias, Joanas, Andreas todos os dias. O corpo feminino é depósito de respeito e o que elas usam só diz respeito a elas. Precisamos iniciar, urgentemente a política “da graça esplêndida” solaniana.
Precisamos, senhores homens, seguir esse exemplo de poeticidade de Solano Trindade! E, finalmente, companheiras negras, vistam-se, denunciem as violências físicas e morais. Seu corpo, preta, é arte, resistam à opressão.
Por fim, não vale à pena calar, deixar para lá algo tão sério como esse desrespeito à dignidade feminina. O ser mulher merece respeito. Essa força feminina que é digna como foi  minha mãe, como são minhas irmãs, amigas, Oxuns, Oyás, as outras Iabas e como também o é Dayse Sacramento.  Mulheres que são grandes como o Nilo, como a vida!

Quem repara violenta: mulheres negras são oprimidas pelo machismo no Ilê Aiyê

Colegas, estou estarrecido com o e-mail que recebi. Segue para leitura e apreciação politizada. Vamos nos unir a essa voz, mulher, negra e trabalhadora. Axé para todos e todas!


Quem repara violenta: mulheres negras são oprimidas pelo machismo no Ilê Aiyê

A ordem arriscada do discurso de Foucault me obriga a começar este desabafo dizendo quem eu sou e qual é o meu lugar de fala. Sou Dayse Sacramento, mulher negra, solteira, heterossexual, graduada em Letras pela Universidade Católica do Salvador, na qual fui militante do movimento estudantil, vice-diretora da rede pública estadual de uma escola em Paripe há dois anos, agora saindo do cargo para estudar, Especialista em Educação e mestranda no programa de Crítica Cultural da Universidade do Estado da Bahia, tendo como sujeitos da pesquisa meninas negras da FUNDAC, filha de Dona Angélica e neta de Dona Mariá da Liberdade. As informações que acabo de citar representam as minhas identidades que estiveram/estão em conflito depois da minha iniciação no bloco Ilê Aiyê, na terça-feira de Carnaval.

Certamente, o currículo da minha vida revela o que representa para mim acompanhar do lado de fora da corda o “mais belo dos belos” ou estar presente na Senzala do Barro Preto para prestigiar as atividades de tão importante instituição de resistência negra no mundo inteiro. Ainda assim, para mim, acompanhar o bloco de fora, mesmo com as resistências que tenho com relação aos blocos de corda eu queria estar lá dentro, vivenciado as canções de um bloco que reverenciam a mulher negra, enaltecem a sua beleza tão diversa, composta por elementos que são fruto do preconceito racial e, principalmente, pela representação política do que estar dentro da corda representa. Ledo engano...

Depois de acompanhar o bloco como pipoca sábado e segunda, na terça, resolvi comprar a minha fantasia para realizar uma vontade que já me acompanha a alguns anos e para acrescentar no meu discurso sobre o bloco o que é estar lá dentro, vivenciado de fato uma experiência de ser incluído (e estar dentro!) do contexto de um bloco afro de Carnaval. Entretanto, fui surpreendida por dois homens no início do percurso, os quais não havia tido o imenso desprazer de encontrar ou conhecer antes como a seguinte exclamação: “Pessoas como você sujam e envergonham o bloco Ilê Aiyê!”. Assustada, perguntei a eles se aquilo fazia parte de alguma brincadeira e o mais enfático, leia-se grosseiro, tosco e mal educado, respondeu: “Ano que vem, a gente vai botar gente como você para fora, sua indecente. Você deveria respeitar o bloco!”. Já aos prantos, me dei conta de que eles se referiam à minha fantasia reformada, apenas a blusa como um tomara-que-caia, com a barriga coberta e a saia continuava intacta, não reformei. Felizmente, eles mexeram com a pessoa certa! Pedi aos gritos, mesmo tom de voz que eles utilizaram comigo, que eles me respeitassem, que não sabiam da minha história e quem eu era e que se gostariam de me recomendar cuidado com o meu traje que isto se desse de forma educada e que fosse feito com todas as outras associadas que haviam feito reformas em suas roupas com o uso de tops, vestidos, minissaias, mistura de tecidos, etc, muitas registradas em fotografias que tirei durante o desfile. Quando eles perceberam que eu os peitei e respondi, um deles, cujo o nome é Fernando Ferreira Andrade Filho, dirigente do bloco, me segurou pelo braço e me encostou no trio em movimento e continuou a me insultar. Quando as minhas amigas viram, partiram para cima dos dois, e agora um outro, também dirigente que não consegui identificar, já segurava o meu braço dizendo: “Olha pra isso, o que é isso!”, apontando para mim, me tratando de forma “coisificada”, com desdém e mesmo com o meu apelo para que soltasse meu braço ele continuou a me humilhar e a me acuar contra o carro. Neste mesmo momento, um dos filhos do presidente do bloco, que sequer acompanhou a ocorrência largou a seguinte pérola: “Na Timbalada, ninguém faz isso!” e eu respondi: “De fato, na Timbalada, ninguém nunca me pegou pelo braço e me acuou contra um carro em movimento, nunca fui violentada lá dentro.”. Ainda não satisfeito, Fernando Ferreira, a saber médico que trabalha no HGE, me disse: “Você comprou sua fantasia nada! Sabe lá como você chegou até aqui!”. Muitos associados e associadas, ao perceberem a confusão afastaram os homens, e se solidarizaram com a situação, tentando me acalmar. Neste momento, muitas mulheres com as fantasias reformadas vieram até mim e disseram que já existe um histórico de agressões feitas por estes senhores, ou seja, já existe um histórico de agressões às mulheres associadas, cordeiras e funcionárias.

No meu caso, quero deixar claro que “o bicho vai pegar”, que não vou recuar e que já comecei a tomar as devidas providências. Com os ânimos a flor da pele, eu e minha amigas resolvemos sair do bloco para fazer alguma coisa. A esta altura, eu já estava morta de vergonha pelos olhares de todas as pessoas de dentro e de fora do bloco para mim depois de vivenciar uma situação tão constrangedora. Preciso ressaltar que uma patrulha de policiais militares nos pararam a caminho da delegacia e ao relatar o fato eles me perguntaram se eu tinha testemunha e se eu queria dar o flagrante. Estes foram os 10 segundos mais longos da minha vida. Eu, militante da causa, admiradora do bloco e das representações que ele sempre teve para mim iria entrar no bloco, acompanhada pela instituição que historicamente reprime/ maltrata/ mata as pessoas da minha cor para retirar de lá dois dirigentes do bloco por agressão física e verbal? Logo me veio também aquilo que só uma mulher que sofreu violência sabe pelo que passei: o medo de represálias. Eu não aceitei a proposta do flagrante e não quero avaliar se ela foi ou não acertada, mas do que estou certa é que fora moralismo e o meu saudosismo político esta situação precisa de amparo, de justiça. Resolvi prestar uma queixa no Observatório do Racismo por conta da natureza do bloco e num posto conjugado da Polícia Militar em São Bento, com algumas pessoas como testemunha. Amanhã, estarei na Delegacia de Atendimento às Mulheres para complementar a ocorrência, vou ao PROCON e a procura de uma advogada ou advogado que sejam militantes da causa racial.
Deparei-me com Vovô do Ilê, então presidente do bloco e tentei reconstituir o meu desespero. Ele então me fez a seguinte pergunta: “Você mostrou a ele a sua carteira?” e me deu as costas e saiu andando, como se eu não existisse. O bloco que incita o empoderamento das mulheres negras nas suas canções precisa concretizar este fato em ações. A instituição deve fazer uma avaliação sobre a sua estrutura e sobre as pessoas que a dirigem, principalmente em respeito à maior liderança que já teve, a Mãe Hilda. É urgente que o Ilê repense o direito e o respeito às candaces quando na sua diretoria a quantidade de mulheres não chega a quantidade dos dedos de uma mão.

O que ficou exposto na conduta dos dirigentes em questão é que além da violência gratuita, a incapacidade de diálogo deu-se por uma questão mercadológica. Certamente, há pessoas que fazem duas fantasias de uma só, mas, no meu caso, estava claro que pelo comprimento da roupa era impossível que eu tivesse dividido a fantasia com outra pessoa. Mesmo que eles suspeitassem desta possibilidade não é com a opressão/ violência física e verbal que isto se resolveria, principalmente se pensarmos nesses homens como agenciadores culturais. Para mim, isto também se agrava quando penso na concepção de beleza negra que o bloco defende e que não permite adaptar a fantasia ao meu corpo, às condições climáticas me desqualificam ao ponto de “sujar” e “envergonhar” o bloco. Não entendo esta visão levando em consideração a uniformização proposta pela moda que sempre nos excluiu. Obviamente, entendo a preocupação do bloco com as formas de adaptação da fantasia, mas nada justifica tal violência que me impuseram e que estará cravada na minha memória por muito tempo.

Escrevo este texto para conclamar um coletivo de mulheres negras, principalmente, além das pessoas as quais confio à militância para que tomemos providências. As ações das políticas afirmativas e das instituições que fazem uso deste discurso devem ir de encontro à consolidação de uma cultura sexista, classista, homofóbica. Estamos tratando da criação, da manutenção e do respeito aos direitos humanos, que violados numa instituição como Ilê Aiyê, exige de cada militante sério uma postura de enfrentamento a toda e qualquer violência. Sou uma pessoa de participação política tornando-me negra. Ser negra é um compromisso. A negritude da minha pele é uma cor política e procuro agir desta forma.

Mais uma vez, é chegada a hora da “lavagem de roupa suja” da militância negra na Bahia para questionar a postura do homem negro que oprime as suas mulheres com um contradiscurso daquilo que dizem acreditar, militar. O homem negro precisa tratar melhor as mães dos seus filhos, as suas companheiras, àquelas que o carregaram no ventre.

Um amigo acaba de me dizer o velho ditado que “pimenta no dos outros é refresco”. Ele me disse isso e me lembrou que eu também sou uma “menina” negra como as meninas da FUNDAC, com a diferença de que eu tenho o aparato acadêmico, cultural, intelectual e da rede de relações que elas não têm. Agora eu sei bem o que vou pesquisar, estou sentindo literalmente na carne.
Espero que fique entendido que o meu respeito pelo Ilê permanece e a minha presença esta garantida para qualquer debate sobre a questão de forma séria e respeitosa. O Ilê Aiyê é muito maior do que todos os seus dirigentes. Cada uma de nós, mulheres negras e homens negros formamos este bloco e a sua história. Nós lutamos para que ele estivesse na rua quando nós negros tínhamos que preencher uma proposta para se tornar associado de blocos brancos, inclusive aquele que tinha um camarote na curva da Castro Alves. As suas ações devem estar voltadas para nós, não contra nós. Estou botando a boca no trombone porque concordo com o que nos disse Luther King que "o que mais preocupa não é o grito dos violentos, nem dos corruptos, nem dos desonestos, nem dos sem ética. O que mais preocupa é o silêncio dos bons.". Eu sou boa gente, por isso não vou deixar de falar e eu falo alto.

Saudações,

Dayse Sacramento
dayse.sacramento@gmail.com


PS: Este texto é um desabafo para quem entende o que é ser negro, esta discussão é nossa. Fora estas pessoas, dispenso comentários despolitizados e sem fundamentos.

sexta-feira, 10 de fevereiro de 2012

Esses negros, quem são os meus irmãos?

Solano Trindade
Esses negros, quem são os meus irmãos?


Ao ler o poema, Negros de Solano Trindade, eu penso na atualidade desses versos do poeta negro brasileiro:

NEGROS

Negros que escravizam
E vendem negros na África
Não são meus irmãos

Negros senhores na América                                                    
A serviço do capital
Não são meus irmãos                                                             

Negros opressores
Em qualquer parte do mundo
Não são meus irmãos

Só os negros oprimidos
Escravizados
Em luta por liberdade
São meus irmãos

Para estes tenho um poema
Grande como o Nilo
(O poeta do povo, São Paulo: Segmento Farma, 2008, p.41)

Constantemente vejo negros contra as cotas raciais, submetendo outro negro à opressão. Negros que escravizam, exploram outros negros no trabalho, na escola, no bairro. A esses que usam da exploração para perseguir, humilhar, escravizar outro negro, jamais chamarei de irmãos. Eu os chamarei de capitães do mato.  De algozes dos descendentes de Zumbi dos Palmares.

                Não é algo utópico, é real.  Aos irmãos negos oprimidos, devemos nos juntar e combater o opressor que está na empresa, na escola, nos partidos políticos, no governo. A melanina na pele não é o suficiente para dizer que é meu irmão. Se oprimir o outro, se o escravizar, também é contra mim.

Sendo assim, a poesia do tamanho do Nilo, como nos verseja Trindade, deságua no nosso cotidiano. Passa por nós, renovando a consciência do poema liberdade. Do poema vida tecido por minha irmã preta que vende frutas na esquina, por meu irmão preto que varre a rua. Ou pelo negro que estuda para aprender a combater o opressor em todas as instâncias. A esses chamo de irmãos, de fé, de luta.

Avante, irmãos que lutam por LIBERDADE!
Denilson,  Pereira, Colômbia

terça-feira, 7 de fevereiro de 2012

Tempos de Lutas!




Decididamente não penso que tudo está acabado. Que tudo está destruído. A vida, se é vida tem  que ser de constante luta.

Às vezes me pego perguntando se o que passa na TV, no jornal é realmente essencial. Há quem diga que estamos vivendo em tempos de manipulação. Acredito. Nesses dias pude perceber isso muito nitidamente. Para mim que estou na Colômbia, que quer saber as notícias da nossa pátria, percebi como a mídia manipula s reportagens a favor da classe dominante.

A greve dos policiais militares da Bahia, a desesperada ação do governador Jaques Wagner desde a última semana de janeiro até hoje, é maquiada pela imprensa e destorcida a seu bel-prazer. As expressões como “rebeldes; invadiram a ALBA” demonstram o teor de (des)informação e manipulação de um discurso que destitui o servidor público de dignidade e do seu direito de fazer greve.

Se houve abuso de algum grevista, atirando pela cidade, amedrontando a população, com certeza isso não expressa a opinião da categoria. Não se pode assim tirar do movimento a legalidade e direito de reivindicar melhores condições de trabalho.

De fato, não é o fim. Acredito que vivemos em um momento em que a população percebeu que tem consciência dos fatos políticos de nosso cotidiano, vide rede sociais. Mais do que ver os fatos e fazer postagens, a população está interagindo com a notícia. Não tenho dúvida que a presença de familiares, amigos e de simpatizantes da causa trabalhista da PM-Ba evitou que o exército,  a mando do Governador Jaques Wagner  (PT),  derramasse sangue de trabalhadores e violasse ainda mais os direitos humanos dos que ali estão.

Pereira, Colômbia 07/02/2012